El debate sobre las dificultades que se aprecian en el método de integración unitario de la Unión Europea como método válido para afrontar el presente y el futuro de la Unión no es nuevo. De hecho, en la década de los setenta se alzaron ya las primeras voces a favor de la necesidad de introducir criterios de diferenciación en el proceso de integración con el fin de hacerlo compatible con la voluntad y/o con la capacidad de los Estados miembros de la Unión. Con este propósito, el Tratado de Ámsterdam articuló jurídicamente la cláusula de cooperación reforzada como método de integración diferenciada a disposición de aquellos Estados que quisieran avanzar más en el proceso de integración. Una regulación sucesivamente modificada por el Tratado de Niza y el de Lisboa pero sin virtualidad práctica hasta la fecha. Por su parte, el Tratado de Lisboa ha previsto el derecho de retirada como la fórmula jurídica que permite a los Estados que no deseen continuar con el proceso de integración desligarse del mismo preservando, en todo caso, el nivel de integración alcanzado. Ambos instrumentos de integración y de (des)integración diferenciada, junto con el proceso de reforma y entrada en vigor de los Tratados, podrían contribuir al mejor funcionamiento de una Unión Europea configurada a partir de importantes dosis de diversidad jurídica y política.
The debate on the difficulties that come out from the method of the European Union integration to face the present and future of the union is not new. In fact, in the seventies the first voices were heard in favour of the need to introduce differentiation criteria in the integration process in order to make it compatible with the Member States will and/or capacity. To this end, the Amsterdam Treaty legally articulated the strengthened co-operation clause as a method of differentiated integration at the disposal of those States wanting to go further in the integration process. It was a regulation that was later modified by the Nice Treaty and then the Lisbon one, but that has had no practical application so far. The Lisbon Treaty, on the other hand, has foreseen the withdrawal right as the legal formula allowing those states not wishing to continue with the integration process to withdraw while preserving the integration level achieved. Both differentiated integration and (dis) integration tools, together with the reform process and the Treaties coming into effect, could contribute to the better working of a European Union shaped by important doses of legal and political diversity.