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José Manuel González Páramo 
Ordenar el debate sobre la llamada "crisis del Estado de Bienestar" es tan necesario como complicado. Sería vano aspirar en pocas líneas a dar cumplida respuesta a una tarea de este calado. Pero puede ser útil, sin embargo, abordar un objetivo más modesto, como es el de responder a la siguiente cuestión: ¿Qué relación existe entre el crecimiento económico y el desarrollo del Estado de Bienestar? Una respuesta, compartida casi unánimemente por la profesión económica, es la siguiente: un Estado de Bienestar maduro no es sostenible a largo plazo en escenarios de estancamiento demográfico y crecimiento económico reducido. En este marco, el crecimiento a largo plazo sólo puede financiar un Estado de Bienestar de tamaño más pequeño que el actual. Sin embargo, afirmar que el sector público es muy grande o muy pequeño es algo que carece de contenido, porque el Estado actúa de forma distinta en ámbitos económicos muy diferentes. Refiriéndonos en concreto al gasto social, de la discusión desarrollada en el trabajo se sigue que hay un peso del Estado de Bienestar que hace máximo el crecimiento de la renta per capita a medio plazo. Parece que los objetivos de crecer y alcanzar niveles de renta per capita altos requieren del concurso del Estado de Bienestar, si bien la dimensión de los sectores públicos occidentales parece estar muy por encima del óptimo.
