Isabel Sánchez García, Luis Alberto Rasines García
El aumento del paro en la Comunidad a partir del año 1990 ha llevado, por un lado a muchos gobiernos europeos a fomentar las reducciones de las jornadas laborales en las empresas y, por otra parte, a numerosos sindicatos y patronos a firmar de forma descentralizada conventos colectivos con importantes reducciones de los tiempos de trabajo. El debate sobre la reducción de la jornada laboral sigue abierto y se vislumbra como un importante elemento de ajuste en el mercado laboral que permita hacer compatibles la eficiencia productiva con ciertos niveles de equidad social.