Angel Bergés Lobera
La aplicación de los modelos de valoración de activos financieros a los contratos de seguros presenta dos problemas de muy difícil solución. En primer lugar, el hecho de que los riesgos susceptibles de asegurarse tienen un carácter individual, que les hace ser díversifícables desde la perspectiva de la empresa aseguradora, pero no desde el asegurado. En segundo lugar, ese carácter individual introduce una percepción diferente, desde asegurador y asegurado, de la verdadera magnitud del riesgo. Un análisis de ambas características peculiares del seguro, desde los modernos enfoques de valoración de activos financieros, constituye el objeto del presente artículo.