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En esta colaboración se examinan las entretelas de la negociación delllamado Acuerdo de Asociación Económica (AAE) firmado entre los gobiernos de México y Japón el 17 de septiembre de 2004. Durante el proceso se invocaron antecedentes como el histórico tratado de 1888 que ambos países concluyeron en términos de completa igualdad, aunque también abundaron las suspicacias, sobre todo ante las pérdidas de algunos inversionistas japoneses durante las crisis económicas de los años ochenta, y por el ambiente de inseguridad que prevalecía más recientemente. Pese a todo, el AAE se convirtió en el basamento de una nueva etapa en las relaciones comerciales y diplomáticas entre los dos países, y fue quizá una de las aportaciones más plausibles de la política internacional del gobierno foxista.
