Jesús María Eizmendi Cialceta
Estamos asistiendo a un momento interesante de cambio y desarrollo en este sector. La menor utilización de nuestra madera para pastas papeleras, el crecimiento de nuestra industria de aserrío y la orientación de la madera de insignis a usos de mayor valor ha generado un fuerte problema en el sector transformador. Los aserradores se han enfrentado a esta situación con dos estrategias diferentes. Por un lado han mejorado su equipamiento y técnicas y, por otro, ofrecen transformados de mayor calidad. En pocos años el pino insignis ha pasado de ser un producto de baja calidad a incorporarse a la lista de materiales apreciados y utilizarse en la industria del mueble y la construcción como ornamento y estructura especializada.