Se examina la capacidad de las actitudes públicas para influir sobre el cambio social en relación con el modelo de crecimiento económico de las sociedades occidentales. El éxito de los programas de energía nuclear depende del acuerdo consensuado entre las fuerzas políticas y sociales acerca de que el beneficio potencial de la misma sea superior a los riesgos. Según las encuestas, la mayoría de la población en Francia, Cánada, Estados Unidos y Reino Unido están a favor de la proliferación de la energía nuclear, mientras que sucede lo contrario en Suiza, Japón, Noruega, Holanda y Alemania Occidental. En todas las naciones el movimento antinuclear tiene su base en el movimiento ecologista. Los resultados de la encuesta contradicen las afirmaciones de Roger E. Kasperson y otros en Public Opposition to Nuclear Energy: Retrospect and Prospect que dicen que las actitudes políticas contienen una base cognitiva fundamental y que los niveles altos de educación provocan un apoyo mayor a la energía nuclear