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El presente artículo analiza el papel del Trabajo social en las experiencias de formación profesional no reglada como son las Casas de Oficios y Talleres de Empleo.
En la actualidad, estos proyectos están respondiendo a la especialización en profesiones demandadas en los últimos años como es el caso de los servicios sociosanitarios y, concretamente "la atención domiciliaria e institucional a personas que presentan cierto grado de dependencia para el desarrollo de las Actividades de la Vida Diaria".
Es en este ámbito donde el Trabajo Social comienza a tener relevancia ejerciendo un rol sumamente importante en sus planes de formación.
En cuanto a la función de Dirección y Coordinación, el Trabajo social trata de articular las distintas áreas de formación para que los contenidos estén íntimamente relacionados y puedan aportar al grupo de jóvenes unos conocimientos básicos en cuanto a la especialidad formativa.
Es la función de Formación la que quizás ofrezca más dudas por su reciente aplicación. En las distintas experiencias analizadas, normalmente el marco contextual se encuentra aún muy difuso y vagamente definido, puesto que el representar un área de trabajo relativamente novedosa, no cuenta con una clara definición de la profesión.
El artículo propone contenidos básicos a impartir durante el periodo de formación del proyecto (normalmente 1 año), y sugiere una propuesta metodológica y didáctica para trabajar los mismos.
