Los procesos de modernización y descentralización de estas últimas décadas han fomentado el desarrollo de nuevas disciplinas, tales como el análisis de políticas públicas y la evaluación de políticas publicas. Estas últimas intentan diseñar, implantar y analizar las cada vez más complejas actuaciones públicas que responden a la creciente e ineluctable complejidad de las sociedades actuales. Las acciones públicas ya no se consideran de forma vertical, sino más bien como un conjunto de intervenciones que integran la participación de diversas áreas en el seno de distintas entidades, ya sean locales, nacionales o supranacionales. La racionalidad limitada de los seres humanos, y por lo tanto de las instituciones, limita la posibilidad de conocer y anticipar el conjunto de impactos e interrelaciones que pueda generar un programa, una acción o una política. Este artículo introduce los principios básicos de una disciplina que intenta analizar, entre otros, estos posibles impactos.