Este artículo intenta acercarnos a la reflexión sobre las bases comunicativas, en las que se apoya nuestra relación técnica e institucional, con los usuarios de los Servicios Sociales.
Pretende poner de manifiesto la ligereza comunicativa y el mal uso que hacemos del significado de las palabras, cuando hablamos o cuando escribimos y, nos relacionamos con los textos administrativos, que nos sirven de soporte como Sistema Público.
La escasa preparación profesional en habilidades verbales, comunicativas y paralingüísticas, suponen un obstáculo, en el que nos sumergimos con total irreflexión, dando por bueno, que los administrados asuman un papel pasivo y sacrificado.
La malversación semántica del lenguaje administrativo y su retórica no comunicativa, configuran un eje peligroso para las buenas relaciones de nuestro Sistema Público: USUARIO, ADMINISTRACION y COMUNICACION. En el centro de todo ello, están los técnicos, llamados a cambiar el sistema o a perpetuarlo ...