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Andrés Hatum, Martín Ibañez-Frocham, Josefina Michelini
Las empresas latinoamericanas que se han expandido por la región, y que incluso comienzan a instalarse como actores globales, han sido analizadas y celebradas en la prensa local y regional desde hace años. Sin embargo, detrás de la internacionalización de las llamadas empresas multilatinas no sólo hay un flujo de caja sólido, un balance general saludable y un buen olfato para los negocios. También existe una visión de cómo gestionar el talento en esta ola de expansión.
Por desgracia, no todas las organizaciones entienden la importancia que los Recursos Humanos tienen en este proceso. Eso podría ser un error costoso. Piense, por ejemplo, que entre 15% y 30% de los ejecutivos que las empresas latinoamericanas envían a sus sucursales en el extranjero no completan su misión. O que 30% de esos gerentes que retornan a sus países de origen ya no siguen en la empresa al cabo de dos años.
Los nuevos desafíos de RH que enfrentan las empresas multilatinas pueden agruparse en tres áreas bien definidas. La primera tiene que ver con el reclutamiento y los cambios que se han producido en los perfiles de los ejecutivos y los requerimientos más exigidos por las empresas a la hora de contratarlos. La experiencia internacional está convirtiéndose en lo más cotizado. La segunda tiene que ver con las prácticas de compensaciones, las que deben satisfacer los imperativos de responder a los costos de la vida de los diversos países y a la vez conservar cierta uniformidad en sus montos. Finalmente está el tema de la expatriación: las empresas enfrentan graves problemas para encontrar ejecutivos dispuestos a irse a otro país, y problemas igual de graves para recibirlos de vuelta. Los autores sugieren que al menos en esto último las empresas pueden hacer algo.
