Con una fuerza laboral joven y altamente cualificada, el ámbito laboral de la publicidad presenta una estructura polarizada y ciertos sesgos de género en detrimento del sexo femenino. Aunque considerado como gratificante en líneas generales, el alto grado de implicación y de dedicación que exige el trabajo creativo de estos profesionales provoca a menudo conflictos entre la vida laboral y la familiar. Asimismo, la existencia en el sector de un amplio abanico de políticas de conciliación no es óbice para que sus profesionales manifiesten una percepción pesimista acerca de su calidad de vida.