La ciencia económica se sirve de distintas metodologías para progresar en su tarea. Entre ellas destacan los análisis estructural, sistémico y parcial, cada uno de ellos con rasgos diferenciales que lo identifican, origen de su potencialidad y de sus limitaciones. Luego, en la práctica, esos análisis han seguido itinerarios específicos en los que se han acentuado carencias y logros, dando lugar a un cuadro de realizaciones controvertido, en el que rara vez se han combinado de forma fructífera. La tesis que se propugna es que ayudaría al progreso de la Economía un cambio de actitud que facilitara la articulación de los distintos enfoques metodológicos, abandonando la ignorancia recíproca y los comportamientos excluyentes, concentrándose cada uno de ellos en el ámbito en el que es pertinente, dialogando entre si y articulando sus respectivas aportaciones.