La libertad de circulación constituye una de las clásicas libertades comunitarias a las que la ciudadanía europea otorga una nueva dimensión. Dicha libertad puede verse limitada por razones de orden público, de acuerdo con la normativa comunitaria. En España se ha acogido la normativa y la jurisprudencia comunitarias sobre la materia, aportando una interpretación restrictiva a la utilización de la cláusula de orden público en los procesos de expulsión no solo de ciudadanos europeos, sino también de extranjeros extracomunitarios.