Este artículo caracteriza el proceso de profesionalización del oficio de matrona durante el siglo XIX en Chile, periodo en que las parteras, antiguas y milenarias practicantes de la asistencia del parto, gozaban de sólida vigencia y confianza entre la población femenina. Asimismo, aporta evidencias para comprender que la particularidad de este oficio en este país sólo puede ser entendida como un proceso de profesionalización desde la partera empírica a la matrona científica.