Carlos Buhigas Schubert
En los últimos años han surgido preguntas acerca de cómo Europa puede hacer frente a los retos de la globalización. Gran parte de este debate refleja la llegada ineludible del desafío asiático. Una Europa vieja y lenta que se enfrenta a la vitalidad y energía de Asia. ¿Es este el punto de partida de cualquier análisis sobre las relaciones euroasiáticas? Los dilemas internos y externos de la UE no deben eclipsar su capacidad como modelo de cooperación estable hacia Asia.