El propósito del artículo es contribuir al desarrollo de una teoría política interdisciplinaria a través de una vinculación conceptual de la filosofía política de Aristóteles con la teoría de los sistemas complejos. El trabajo relaciona la tesis aristotélica de la sabiduría colectiva con el concepto de emergencia desarrollado por la teoría de los sistemas complejos. Se analiza la politeia o república como un régimen político ascendente, que extrae su inteligencia de la base. Postula que el encuentro y la deliberación entre ciudadanos virtualmente libres e iguales permiten la aparición de una conducta emergente, la sabiduría colectiva como propiedad agregada macro-individual. Se afirma que la ciudad puede concebirse como un problema de complejidad organizada, donde las acciones, percepciones e interacciones locales producen un comportamiento emergente, al mismo tiempo que la organización del todo condiciona la conducta de las partes. La ciudad es por lo tanto una unidad compleja que se constituye como physis política a través de un proceso organizativo que entraña una dialógica (lógica complementaria y antagonista) entre el todo y las partes. La conclusión central es que el desarrollo de conceptos capaces de viajar a través de las fronteras disciplinarias puede contribuir a la comprensión de la complejidad sociopolítica.
The goal of this article is to contribute to the development of an interdisciplinary political theory across a conceptual link between Aristotle’s political philosophy and complex systems theory. Aristotelian doctrine of the wisdom of the multitude is connected with the concept of emergence belonging to complex systems theory. Republic or politeia is analyzed as a bottom-up regime which takes its intelligence from the foundation of society. The claim that is made here is that the meeting and deliberation process between virtually equal and free citizens allow the rise of an emergent behavior, the wisdom of the multitude as a macro-individual aggregated property. We state that city can be envisaged as a problem of organized complexity, where local actions, perceptions and interactions foster an emergent behavior; whereas the organization of the whole entails constrictions to part’s behavior. Thus, city is a complex unit which arises as political physis through an organizational process which involve a dialogic (antagonist and complementary logic) between the whole and the parts. The main conclusion is that the development of concepts that are able to travel beyond disciplinary boundaries may encourage the understanding of sociopolitical complexity.