El desarrollo sustentable, definido como la capacidad de satisfacer las necesidades presentes sin compromoter las del futuro, busca elevar el bienestar humano al mejorar las condiciones económicas, soicales y ecológicas, para lo cual resulta de vital importancia que las instituciones encargadas de la formulación de políticas sustentables sean eficientes; de lo contrario, su efecto será mínimo e incluso negativo