Pablo Guijarro
El crecimiento de la economía mundial en los últimos años ha venido acompañado de una expansión notable del comercio internacional y un fuerte encarecimiento de las materias primas. Estos factores han permitido a las economías emergentes crecer muy por encima de los países desarrollados y acumular un volumen de riqueza muy significativo. La necesidad de obtener una mayor rentabilidad de esta riqueza (por encima de la obtenida con la inversión en activos libres de riesgo) ha llevado a muchos países a crear fondos dedicados a la gestión de parte de estos activos, los sovereign wealth funds. Su relevancia se ha incrementado de forma notable en los últimos meses a raíz de la entrada de estas entidades en el capital de entidades financieras estadounidenses.