En España tras la quiebra del modelo de impulso de la TDT mediante una plataforma de televisión de pago, el Gobierno, gracias al Plan de Impulso de la TDT, ha alcanzado cifras de liderazgo a nivel europeo de penetración, cobertura y presencia de equipos receptores en los hogares españoles. Pese al éxito alcanzado, quedan abiertas incertidumbres regulatorias que deberán ser resueltas por las administraciones públicas, así como el cumplimiento de los compromisos adquiridos por las televisiones privadas para la consecución de canales adicionales de TDT.