En África se dice que cuando los elefantes se pelean la que sufre es la hierba que está debajo de sus enormes patas. La gran perdedora de la violencia desatada en Kenia tras el fraude electoral de diciembre ha sido, una vez más, la población. Las noticias que llegan de los países vecinos son inquietantes. Uganda, Ruanda, Burundi y el este de la República Democrática del Congo comienzan a sentir los primeros efectos.