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Matthew S. Olson, Derek van Bever, Seth Verry
Una caída repentina y prolongada en el crecimiento de los ingresos es una crisis que puede golpear hasta a las organizaciones más ejemplares. El análisis exhaustivo de los autores del crecimiento en empresas Fortune 100 efectuado en los últimos 50 años revela que 87% de éstas se había estancado al menos en una ocasión. Los hechos muestran que si la dirección no logra reestructurar una empresa en unos años lo más probable es que ésta nunca más vuelva a experimentar un crecimiento saludable de sus ingresos.
Afortunadamente, Olson, van Bever y Verry del Corporate Executive Board han descubierto y categorizado las causas más comunes detrás de los estancamientos. La mayoría de éstos son prevenibles, señalan los autores, debido a que se derivan de las decisiones de la dirección respecto de la estrategia o el diseño organizacional; factores externos, tales como acciones regulatorias o bajas económicas, representan sólo 13%. Cuatro categorías predominan:
Cautiverio de la posición premium. Cuando el producto de clase mundial de una empresa se ha ganado a los clientes más exigentes, a menudo no responde eficazmente a los desafíos de bajos costos, o a un gran cambio en la valoración del cliente de las prestaciones del producto.
Colapso de la gestión de la innovación. Dado que la mayoría de las grandes empresas generan innovaciones secuenciales de productos, cualquier ineficacia sistémica o disfunción en la cadena de innovación puede derivar en problemas sumamente graves que duran muchos años.
Abandono prematuro del negocio central. Los ejecutivos podrían concluir de forma demasiada precipitada que un mercado central está saturado. O podrían interpretar ¿erróneamente¿ los impedimentos operacionales en el modelo del negocio central como una señal para irse a nuevos terrenos competitivos.
Déficit en la reserva de talentos. Una carencia de capacidades ¿especialmente a nivel ejecutivo y normalmente en áreas clave y especializadas¿ paralizará totalmente el crecimiento.
Los autores también identificaron un culpable común en los estudios de casos de 50 empresas que se habían estancado: la incapacidad de adaptar los supuestos que impulsan la estrategia de la empresa a cambios en el entorno externo. Dos herramientas pueden ayudar a los ejecutivos a evitar los estancamientos de crecimiento: un test de auto-diagnóstico para detectar estancamientos inminentes y una gama de prácticas destinadas explícitamente a identificar supuestos estratégicos y probar su relevancia actual.
