Santiago de Luxán Meléndez , Óscar Bergasa Perdomo
El presente estudio pretende volver sobre un tema que la historiografía canaria ha resuelto en apenas dos líneas, sentenciando la inviabilidad de la opción azucarera a fines del siglo XIX y, por ende, de las escasas iniciativas industriales que se produjeron. Desde luego, el binomio cultivo de la caña dulce-producción de azúcar alcanzó un notable desarrollo -especialmente en Gran Canaria y La Palma-, como pone de manifiesto la producción relativa de azúcar de caña canaria, con relación a la oferta nacional. En el caso canario, los cambios en el mercado interno, derivados de la crisis de la cochinilla, que como producto tintóreo era requerido por la industria textil británica, a mediados de la década de lo setenta del pasado siglo, junto con el hundimiento de la producción cubana de azúcar, generaron unas expectativas que intentó aprovechar el empresariado canario. Mientras fue posible que el azúcar estuviera entre los productos que, desde Canarias, podían ser enviados como nacionales al mercado peninsular (1892-1900), a la vez que se recibía una cierta protección frente a los azúcares extranjeros, la estrategia industrializadora del azúcar resultó viable. A esto debemos añadir que este renglón manufacturero pudo aprovecharse, además, de las economías externas derivadas de la creciente actividad portuaria, en especial del Puerto de La Luz como estación carbonera. Nuestra reflexión se abre, finalmente, hacia la herencia acumulada de esta experiencia. De un lado, la fabricación de ron; y del otro, la Ley 30/1972 de Régimen Económico Fiscal de Canarias, que hizo posible la existencia de una cierta base industrial en las Islas, reduciendo la tradicional fragilidad de la economía canaria. Hemos de destacar que hemos accedido para la realización de este trabajo a los papeles y documentos de la actual Fábrica de Ron Arehucas, heredera de la primitiva Fábrica de San Pedro, protagonista principal de la investigación que en estos momentos estamos acometiendo.
In this paper we come back on a topic of the economic history of the Canary Islands that has never been analysed deeply enough. We talk about sugar industries experience in the late XIX century. In a context of economic growth and international trade expansion of the industrial countries, in Spain the colonial cuban war paralised the production of sugar derived of the sugarcane and the internal commerce beetwen Cuba and his metropoly. This was an opportunity for the Canary Islands, because his economy was in decline due the main production of the islands the "cochinilla" was substitued by synthetic couloring substances in the european chemestries industries. In the search of any alternative for the economic activity, some businessmen who had land and money tried to develop the sugarcane grow and the sugar industry specially in the Gran Canaria and La Palma. Those islands reached to a significant level on the sugar market of Spain (12%) already the year 1900. Therefore a set of problems as growing transport cost, tariffs barriers, fiscal charges over the prices of consumption and facilities for the imported competitive sugar beet, have disrupted the growth of the canary industry. The other hand, the Declaration of Free Ports in 1852 to Canary Islands and his confirmation in 1900, had produced a strong opposition on the local market protection measures. In this context the sugar cane industry begin his own decline. We examines the causes and the process that arrive at the late 1933.