Manuel González Bedia, Joaquín García Carrasco
Las emociones pueden ser entendidas de diferentes modos dependiendo de las disciplinas desde las que nos planteemos estudiarlas (neurofisiología, filosofía, etc.). En Inteligencia Artificial el aspecto que interesa del estudio de las emociones es el de buscar qué tipos de requisitos estructurales son satisfechos por los estados emocionales y qué mecanismos funcionales subyacen a los procesos emotivos con el fin de reproducirlos en arquitecturas artificiales. En este artículo se hace una revisión de las arquitecturas emocionales más importantes a lo largo de la historia de la Inteligencia Artificial lo que permite, por otro lado, poner en evidencia el problema de las estrategias tradicionales en la implementación de modelos emocionales: En todas subyace el carácter dualista emoción- razonamiento que se ha asignado tradicionalmente a la cognición humana. Los trabajos más modernos en neurofisiología de las emociones han llevado a los investigadores en Inteligencia Artificial a mostrar un aumento de interés por el diseño de sistemas emocionales y a plantearse nuevas arquitecturas, sin proponerse si los sistemas artificiales pueden tener realmente emociones como las de los humanos, y concentrándose en cómo pueden ser reproducidas las emociones exclusivamente desde una perspectiva funcional. Finalizamos el artículo sentando las bases de una arquitectura integrada dónde las emociones serían interpretadas cómo procesos de ayuda a la decisión y no exclusivamente como mecanismos de alarma.