El limitado nivel de internacionalización de las empresas familiares españolas tiene su principal origen en las difíciles condiciones institucionales del pasado. La coyuntura socioeconómica de los últimos años les está permitiendo fijar su atención en nuevos mercados. Cada vez hay más empresas españolas presentes en los cinco continentes. Las nuevas tecnologías son el principal aliado de las compañías de menor dimensión, cuya presencia es, no obstante, reducida, especialmente en Asia, África y Oceanía. Para que la internacionalización de una empresa familiar se realice con éxito debe gestionar correctamente varios factores: profesionalización, aptitudes directivas y estratégicas, «momento familiar», estructura financiera, marco fiscal e implicación familiar.