Históricamente, el corporativismo es esencialmente un fenómeno europeo, cuyas manifestaciones contemporáneas se remontan a los régimenes autoritarios fascistas anteriores a la Segunda Guerra Mundial. En la postguerra, el corporativismo se ha restringido a la integración de los sindicatos en las estructuras políticas de los países capitalistas avanzados, y también en la de otros países de economías planificadas. Los estudiosos tratan el corporativismo de diferentes maneras : como un sistema económico, al igual que tratan el feudalismo o el capitalismo; como una forma política, al igual que el fascismo o la democracia ; o como un sistema que incluye toda una serie de intereses como el pluralismo o el movimiento obrero