En el presente estudio, se recapacita sobre la meteórica evolución del mercado televisivo. Desde el año 1989 y hasta ahora, los canales televisivos de titularidad privada han ido abriéndose un hueco en el mercado y alcanzando cotas cada vez más altas de consumo. A diferencia de TVE que mantiene una programación de mosaico, las cadenas privadas buscan un perfil propio de espectadores para alcanzar una audiencia que se pretende sea fiel a la propia emisora. Se puede afirmar que ha surgido una nueva televisión, que si bien no ha provocado un aumento en el tiempo total que le dedicamos, sí ha cambiado en cierta manera nuestros hábitos. Con la eclosión del sector televisivo privado, la oferta publicitaria ha variado notablemente y de la publicidad, llamémosle ?clásica?, se ha pasado a un mensaje comercial completamente diferente. Parece razonable pensar que, en un futuro próximo, asistiremos a un mercado que se irá estabilizando poco a poco; mucho más consolidado en lo que a audiencias se refiere.