El autor analiza los componentes de la comunicación resistentes al cambio como son los códigos organizadores que operan en los distintos niveles de los procesos comunicativos. Los códigos más resistentes son aquellos que operan en el seno de las representaciones mentales, por ser los más próximos a los sistemas de valores enraizados en la cultura. Los que juzgamos más estables entre los últimos son aquéllos expresados a través de rituales y que exigen la configuración de un contexto especial que regulará la situación comunicativa a partir de un rígido sistema de reglas que debe ser estudiado al margen de las formas comunicativas esporádicas. Así pues, se trata de un tipo de comunicación que está instituida cuyos códigos constituyen un sistema organizador específico de las relaciones sociales. En el presente artículo se recurre a los principios de los códigos de honor y de hospitalidad que operan en las sociedades mediterráneas.