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Las innovaciones pequeñas constituyen la mayor parte del portafolio de desarrollo de una empresa, pero nunca generan el crecimiento que Ias empresas buscan. La solución, señala el autor, es que Ias empresas efectúen una evaluación sistemática y disciplinada de sus portafolios de innovación e incrementen la cantidad de innovaciones grandes en un nivel aceptable de riesgo.
Hay dos herramientas que pueden ayudarles en ello. La primera, la matriz de riesgo, revela gráficamente la distribución del riesgo en el portafolio de innovación completo de una empresa. La matriz permite a Ias empresas calcular la probabilidad de éxito o fracaso de cada proyecto, basándose en cuánto esfuerzo implica para la empresa llevarlo a cabo. Mientras menos familiar el producto o tecnología y el mercado objetivo, mayor el riesgo.
La segunda herramienta, conocida como el examen R-W-W (por real-winworth it, es decir, real, ganador, vale la pena), permite a Ias empresas evaluar los riesgos y el potencial de proyectos individuales tras contestar seis preguntas esenciales acerca de cada uno: ¿Existe un mercado real? explora Ias necesidades de los clientes, su deseo de comprar y el tamaño del mercado potencial. ¿Existe un producto real?analiza la viabilidad de producir la innovación. ¿Puede el producto ser competitivo? y ¿puede nuestra empresa ser competitiva? investigan cuán idóneos son los recursos y gestión de la empresa para competir en el mercado con el producto. ¿Será el producto rentable con un riesgo aceptable? explora el análisis financiero que se requiere para evaluar la viabilidad comercial de una innovación. Finalmente, ¿Tiene sentido estratégico lanzar el producto? examina el encaje entre el proyecto y la estrategia de la empresa y si la dirección lo apoya.
