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Barbara Kellerman
Innumerables cursos, talleres y libros se han centrado en los líderes: los carismáticos, los retraídos e incluso los deshonestos. Sin embargo, prácticamente no existe literatura acerca de los seguidores y lo poco que hay suele presentar a los subordinados como un grupo amorfo o explicar su conducta en el contexto del desarrollo de un líder. Algunos de estos estudios ni logran diferenciar claramente a los distintos tipos de seguidores y apenas registran el hecho que aquellos que siguen en forma mecánica son totalmente distintos de aquellos que son profundamente leales, y que están activa y conscientemente involucrados. Estas distinciones tienen implicaciones clave para la forma en la que los líderes deberían liderar y los ejecutivos gestionar, según Kellerman, profesora en Kennedy School of Government de Harvard University. Además, los seguidores actuales reciben la influencia de una gama de cambios culturales y tecnológicos que afectan lo que desean y cómo perciben y se comunican con sus supuestos líderes.
En este artículo, Kellerman explora la dinámica en evolución entre líderes y subordinados, y ofrece una tipología que los ejecutivos pueden usar para determinar y apreciar cómo sus seguidores son diferentes entre sí. Usando el nivel de compromiso con un líder o grupo como factor de definición, la autora clasifica a los seguidores en cinco tipos: los aislados que sienten un desapego total; pasivamente apoyan el statu quo con su inactividad. Los espectadores son polizones que sienten cierto grado de desapego según sus intereses personales. Los participantes están lo suficientemente comprometidos como para invertir un poco de su propio tiempo y dinero para hacer un impacto. Los activistas están muy comprometidos, han invertido fuertemente en personas y procesos y están deseosos de demostrar su apoyo u oposición. Y, los Incondicionales están tan comprometidos que incluso están dispuestos a hundirse con el barco o a tirar al capitán por la borda.
