En la primera parte de este trabajo se trata de dar cuenta del redescubrimiento sociológico de la lengua como consecuencia de la crisis de la Sociología de los años sesenta y poner de relieve la escasa importancia concedida a las complejas relaciones entre actor social y lengua. En la segunda parte se intenta descomponer analíticamente la complejidad de estas relaciones, en una multiplicidad de dimensiones.