Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) merecen ser observadas desde un punto de vista actualizado. Y ello por buenas razones que no tienen nada que ver con el proyecto de modernidad, compuesto por un conjunto de creencias fuertes que, desde hace más de un cuarto de siglo, no han dejado de acompañarlas tanto en su surgimiento como en su desarrollo.