El presente artículo analiza el contenido de un discurso muy difundido entre académicos y prácticos del derecho según el cual el trabajo en beneficio de la comunidad ni se aplica ni puede aplicarse porque no es una pena con suficiente credibilidad. Contrastando las afirmaciones en que se desglosa este discurso con los datos disponibles y los resultados de las investigaciones realizadas, se ponen en evidencia la necesidad de contar con un conocimiento criminológico suficiente para realizar valoraciones penológicas, y la idea subyacente a este tipo de discurso según la cual se somete a las alternativas a prisión a varemos más exigentes que a la prisión misma para considerarlas un castigo viable.