En este artículo se defiende la idea de que la configuración particular del empleo en los años que siguen a la segunda guerra mundial constituyó uno de los pilares básicos en los que se asentó la legitimización del orden social de las sociedades industrializadas y contribuyó a hacer posible una recia cohesión social. Ese tipo de empleo era un empleo seguro, estable y con derechos. Para hacer más claro nuestro planteamiento dedicamos unos párrafos a una propuesta de delimitación teórica del concepto de cohesión social. A partir de los años ochenta la norma de empleo anterior se ve afectada por una fuerte crisis. Nos preguntamos hasta si y qué punto esa crisis no ha introdu-cido en nuestras sociedades una dinámica de descohesión social y cuáles pueden ser vías por las que transcurra su evolución.