Este trabajo estudia las relaciones existentes entre las percepciones identitarias asociadas al territorio y los modelos de desarrollo territorial, y analiza la relación eficiente entre la complejidad identitaria asociada a la fragmentación y el localismo y las nuevas formas de planificación territorial. Recurriendo a la Comunidad Valenciana como caso de estudio, se muestra como el deslizamiento de ésta hacia un hiperlocalismo identitario, obliga a desarrollar redes de cooperación territorial. En este sentido, el artículo establece la pertinencia de una transitividad parcial de algunos de los análisis realizados sobre la Comunidad Europea al ámbito regional.