Los gobiernos locales están impulsando procesos de regeneración democrática sobre la base de acercar la administración a la ciudadanía y promover su participación activa en las políticas públicas. En este contexto resulta de gran interés el análisis de la descentralización y participación ciudadana que durante los últimos quince años se han intentado en Bilbao a través de los Consejos de Distrito. El resultado es un marco que ofrece interesantes rendimientos pero que depende excesivamente de la voluntad política de los responsables políticos en el territorio.