Tras el aparente olvido del espacio de la formulación clásica de la ciudadanía, existe una narración implícita que define los principales lugares y escenarios en donde ésta se desarrolla históricamente, y en los que tienen lugar la práctica de los derechos y el ejercicio de las responsabilidades cívicas. Se trata de tres espacios que se convierten en los lugares privilegiados para los aprendizajes y prácticas de ciudadanía: la ciudad, la escuela y el hogar familiar. El artículo analiza el modo en que se formulan y describen dichos espacios en esta narración. Por otro lado, toma en consideración cómo la percepción de las transformaciones de dichos espacios ocupa un lugar relevante en los distintos diagnósticos de la crisis de la ciudadanía, planteados por el análisis sociopolítico en los últimos años.
Tras el aparente olvido del espacio de la formulación clásica de la ciudadanía, existe una narración implícita que define los principales lugares y escenarios en donde ésta se desarrolla históricamente, y en los que tienen lugar la práctica de los derechos y el ejercicio de las responsabilidades cívicas. Se trata de tres espacios que se convierten en los lugares privilegiados para los aprendizajes y prácticas de ciudadanía: la ciudad, la escuela y el hogar familiar. El artículo analiza el modo en que se formulan y describen dichos espacios en esta narración. Por otro lado, toma en consideración cómo la percepción de las transformaciones de dichos espacios ocupa un lugar relevante en los distintos diagnósticos de la crisis de la ciudadanía, planteados por el análisis sociopolítico en los últimos años.