Nuestra sociedad se caracteriza por la existencia de tres grandes sectores: público, privado mercantil, y no lucrativo o Tercer Sector. Este artículo intenta definir y delimitar el Tercer Sector desde una perspectiva múltiple (conceptual, histórica, sociológica y jurídico-institucional) y responder a la necesidad de compendiar la compleja y heterogénea tipología jurídica de las entidades que lo integran (asociaciones, fundaciones, mutualidades¿), así como ofrecer un esbozo del peso del Tercer Sector desde sus vertientes económica, financiera o sociológica. El Tercer Sector, por varias razones, está en expansión. Ofrece puntos fuertes y también debilidades que es preciso, respectivamente, fomentar y corregir. Los autores apuntan qué pasos pueden darse para valorarlos en términos de rentabilidad social, bajo el lema: ¿Lo social como fin, la economía como medio¿. Su fortalecimiento robustece la vida democrática y aporta innovación y creatividad en la solución eficiente de la atención de las necesidades sociales insatisfechas por el mercado.