La revisión de la literatura empírica del offshoring o fragmentación internacional de la producción pone de manifiesto su creciente difusión en la industria española, muy especialmente, en la segunda mitad de los noventa. Inicialmente más vinculada a las manufacturas más tradicionales, desde mediados de los noventa el offshoring se ha extendido e intensificado en las industrias de mayor contenido tecnológico. El análisis de sus determinantes destaca la relevancia de los costes laborales, refrendando que es una estrategia que, fundamentalmente, persigue el ahorro de costes laborales y la mejora de la eficiencia productiva. En cuanto al impacto negativo sobre el empleo nacional, a pesar de la proliferación de citas al respecto en los medios de comunicación, los trabajos disponibles constatan la escasa entidad relativa de las pérdidas de empleo industrial asociadas al fenómeno. Por último, se incorporan algunas consideraciones sobre el papel de la política industrial respecto a la estrategia.