Cada vez se está mejor informado en temas de salud, pero resulta difícil seguir las recomendaciones debido al ritmo laboral y los estilos de vida actuales, caldo de cultivo idóneo para enfermedades crónicas que incrementan el riesgo de accidentes cerebrovascualres. Aparte de los grandes costes económicos que supone tratar un episodio de este tipo, éstos son una de las principales causas de mortandad en España. Por eso, es fundamental identificar los factores de riesgo, características biológicas y hábitos de los trabajadores proclives a ello, y así llevar a cabo un plan de prevención -chequeo exhaustivo y reconocimientos periódicos- que permita tomar medidas eficaces. Hay factores que no se pueden modificar (edad, raza, genes...), pero otros sí se pueden combatir (estrés, hipertensión, hábitos tóxicos, diabetes...).