Este ensayo intenta acercarse a la problematicidad del concepto de desobediencia civil frente a otras versiones de resistencia ciudadana y explorar una definición integral partiendo de autores que, como Rawls, Dworkin y Habermas, le han apostado a una versión institucional de la misma. A partir de ello, el escrito quiere defender la tesis de una justificación constitucional de la desobediencia civil como un mecanismo no solo necesario, sino legítimo de las democracias contemporáneas, en procura de garantizar tanto la actualización permanente del texto constitucional como la incorporación de las formas de vida alternativas y los actores políticos disidentes.
This essay tries to approach the problematic nature of the concept of civil disobedience, as compared to other versions of citizen resistance. It looks for a rich definition, based in authors like Rawls, Dworkin and Habermas, who have proposed an institutional version of civil disobedience. Form that point, the text defends the thesis of a constitutional justification of civil disobedience as a mechanism that is not only necessary but legitimate in contemporary democracies. It tries to guarantee both the permanent update of the constitutional text and the incorporation of alternative ways of life and of dissident political actors.