En este artículo se analizan los mecanismos mediante los cuales la violencia en el contexto en el que crecen los niños(as), sea esta violencia política o común, puede llevar al aprendizaje de distintos tipos de comportamientos agresivos. Estos comportamientos agresivos, a su vez, pueden contribuir a la reproducción de la violencia en el contexto, formando así el ciclo de la violencia. En este artículo se analizan en particular dos trayectorias de este ciclo de la violencia, una relacionada con la agresión reactiva y otra con la agresión instrumental. Se muestra que la agresión reactiva -que surge como respuesta defensiva ante una agresión percibida o real- tiene dinámicas sociales, cognitivas y emocionales distintas a la agresión instrumental -que se usa como instrumento para conseguir un objetivo sin ninguna provocación previa. La agresión reactiva y la agresión instrumental también tienen orígenes distintos y predicen futuros comportamientos violentos diferentes. Diferenciar estos dos tipos de trayectorias permite proponer distintos tipos de intervenciones para romper el ciclo de la violencia. De esta manera se puede disminuir la reproducción de la violencia en los niños aún si la violencia política y la violencia común continúan presentes en nuestro contexto.
In this article the author analyzes the mechanisms by which violence in the context where children grow (either political or common violence) can promote the learning of different kinds of aggressive behaviors. These aggressive behaviors can contribute, at their turn, to the reproduction of violence in that context, thus creating a cycle of violence. The article analyzes in particular two trajectories of this cycle, one related to reactive aggression and the other with instrumental aggression. It is shown that reactive aggression - produced as a defensive response to a perceived or real aggression - has social, cognitive and emotional dynamics different than those of instrumental aggression - used as a mean to reach a goal without a previous provocation. Reactive and instrumental aggressions have also different origins and predict different future violent behaviors. Distinguishing between these two kinds of trajectories allows proposing different kinds of interventions to break the cycle of violence. In this way, it is possible to reduce the reproduction of violence in children even if political and common violence remain present in our context.