El Chief Information Officer o Director de Sistemas ha tenido que aprender a "luchar" con su entorno, con la dirección de la empresa y con las propias tecnologías para conseguir sacar siempre el mejor partido de las mismas. Así, las necesidades de los consumidores, normativa y regulaciones nacionales e internacionales, junto con la fuerte competencia en todos los mercados, ha contribuido a que las organizaciones entiendan que las TI deben convertirse, cada vez más, en un servicio compartido por toda la compañía, con una gestión centralizada que permita aprovechar mejor las sinergias y abaratar los costes.