Enrique García Viñuela
El dinero que se dirige a la financiación de los partidos y las campañas electorales se regula en las democracias para prevenir la corrupción quid pro quo y para que las desigualdades económicas no se trasladen a la política. Este artículo aborda la lógica de la regulación de esa clase de dinero y propone medidas que reducen los costes de información y agencia que comporta la representación política. El artículo tiene tres propósitos. El primero es exponer los problemas de la financiación política en el lenguaje de la teoría de la regulación económica. El segundo, mostrar que los medios de que disponen los reguladores sólo permiten alcanzar parcialmente los objetivos buscados. El tercero, la defensa de que las medidas más prometedoras para limitar la influencia del dinero político son la publicidad de las contribuciones a los partidos y candidatos y los techos al gasto electoral.
The money used for financing political parties and election campaigns is regulated in most democracies, so as to prevent quid pro quo corruption and stop inequalities in economic resources among individuals and social groups from being transferred to politics. This paper deals with the rationale for the regulation of political money and proposes measures for bringing the information and agency costs inherent in political representation under control. Its purpose is threefold. First, to state the problems of political financing in the language of economic regulation theory. Secondly, to show that the means available to regulators can only partially achieve the intended goals. Thirdly, to uphold the idea that full disclosure of contributions to parties and candidates and setting ceilings on electoral expenditure are the most promising ways of restraining the influence of money in politics.