Las políticas de participación persiguen una mayor implicación de los ciudadanos en los ámbitos públicos. Muchos Ayuntamientos han sido pioneros en España en la promoción de fórmulas más implicativas, pero en la actualidad se observa una cierta paralización de estas iniciativas. La participación es una forma de tomar decisiones y de abordar los problemas que necesitan del permanente concurso de los ciudadanos y de cauces vinculantes que complementen los mecanismos establecidos en el actual estadio de desarrollo de la democracia.