Belén Malavé Osuna
El presente trabajo analiza las diferencias existentes entre la administración financiera del Principado y la correspondiente a Diocleciano y sus sucesores. El tránsito de una etapa a otra está marcado por la inestabilidad política y militar, así como por motivos inflacionistas sin precedentes, lo cual sugiere que el Imperio estaba pasando por una gran crisis que parece despuntar en el último cuarto del siglo tercero. Diocleciano es el artífice de ciertas reformas significativas en el ámbito de lo político y en el ámbito de las subdivisiones administrativas del Imperio, logrando perfilar las estructuras económicas y financieras, pero a consecuencia de tal reforma los gastos del Estado crecen incontroladamente, sobre todo, por las necesidades de un enorme aparato burocrático. Constantino es el Emperador que establece la nueva cúspide de los servicios financieros estatales, creando el conde de las sagradas liberalidades y perfilando sus múltiples cometidos. Por otra parte, al mando de la res privata, también introduce y perfila los deberes del Comes respectivo.