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En 1998, Marks & Spencer fue el primer minorista británico en alcanzar utilidades de £1.000 millones. Sólo pocos años después, éstas bajaron a £145 millones y el precio de las acciones de la empresa descendió a dos tercios del nivel más alto alcanzado anteriormente. El problema, dice el CEO Stuart Rose, estaba en que M&S había perdido de vista aquello que la hizo grande por más de un siglo.
En este relato en primera persona, Rose explica cómo fue contratado en el segundo trimestre de 2004 para levantar la empresa, justo a tiempo para combatir la oferta de compra hostil del inversionista Philip Green. Dedicó las primeras seis semanas a convencer a los reporteros, analistas e inversionistas de que él era el indicado para llevar a M&S hacia la prosperidad. Luego, una vez que Green retiró su oferta, Rose comenzó a ejecutar su plan para M&S.
Prestando gran atención a factores básicos, como el control de stock, Rose se ha esforzado para que M&S vuelva a los niveles de rentabilidad que había logrado antes de su brusca caída. Aunque aún queda mucho por hacer, la empresa ya está nuevamente encarrilada. En noviembre 2006, M&S publicó utilidades semestrales de £405,1 millones, 32,2% más que el año fi scal anterior. Rose atribuye el repunte casi enteramente a un reanudado enfoque en los valores básicos.
Actualmente, con señales saludables por toda la organización, Rose se pregunta hacia dónde llevar la empresa en los próximos cuatro a cinco años para que M&S no se estanque en su actual posición como el más grande de los minoristas pequeños y el más pequeño de los grandes minoristas del Reino Unido.
