Históricamente, hablar de economías o mercados de trabajo rurales ha supuesto, en el plano conceptual, adscribirlos a una escala territorial estática, cerrada, dependiente. Este artículo, desde una perspectiva que privilegia el ámbito económico y laboral, intenta poner de manifiesto cómo la ruralidad española se ha desterritorializado al tiempo que acentuado el localismo; cómo, además, ha globalizado y homogeneizado algunos de sus rasgos a la vez que se ha incrementado la disparidad de situaciones que en ella se pueden encontrar. Con ese fin se describe de qué manera el medio rural ha transformado, diversificado y complejizado su base material mientras, de forma interrelacionada, han ido adquiriendo cada vez más importancia los aspectos inmateriales y simbólicos en la economía. Todo ello, se plantea, es fruto de los procesos de desagrarización y reestructuración, de las políticas estatales de acento territorial, así como de la integración y la semantización económica.
Rurality has been traditionally defined as a close, static and subordinate reality. This picture, however, is no longer accurate. Spanish countryside has been transformed, diversified and has become increasingly complex. From the economic and labour market points of view, it can be argued that Spanish rurality has get rid of territorial burdens, while localism has increased at the same time; furthermore, Spanish rurality has become more global and homogeneous in some aspects, but more diverse in others. Therefore, this article looks at the consequences of desagrarization and restructuring processes that have taken place within Spanish rurality. It also takes into account the territorial approaches of public policies. Finally, it considers the embeddedness and strengthening of symbolic values within Spanish rural economy.