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Michael Hammer
Pocos ejecutivos cuestionan la idea de que al rediseñar procesos de negocios ¿trabajo que involucra a la organización completa¿ pueden lograr mejoras extraordinarias en costos, calidad, rapidez, rentabilidad, y otras áreas clave. Sin embargo, a pesar de sus intenciones e inversiones, muchos ejecutivos titubean, inseguros acerca de qué necesita ser modificado, en qué medida y cuándo. Como resultado, muchas organizaciones avanzan poco ¿o nada en absoluto¿ en sus intentos por transformar sus procesos de negocios.
Michael Hammer pasó los últimos cinco años trabajando con un grupo de empresas importantes en el desarrollo de Modelo de Madurez de Proceso y Empresa (MMPE), un nuevo marco que ayuda a los ejecutivos a comprender, formular y evaluar las iniciativas de transformación basadas en procesos. Identificó dos tipos distintos de características que son necesarias para que los procesos de negocios se desempeñen excepcionalmente bien por largo tiempo. Los facilitadores de proceso, que afectan procesos individuales y determinan cuán bien son capaces de funcionar. Son mutuamente interdependientes: si falta alguno, los demás no serán efectivos. Sin embargo, no basta con los facilitadores para desarrollar procesos de alto desempeño; sólo brindan el potencial para lograr un alto desempeño. Una empresa también debe poseer o establecer capacidades de empresa que permiten a las empresas brindar un entorno favorable. Juntos, los facilitadores y las capacidades ofrecen una ruta efectiva para que las empresas planifiquen y evalúen las transformaciones basadas en procesos.
El MMPE es distinto de otros marcos, como el de Integración del Modelo de Madurez de capacidad (IMMC), porque se aplica a todos los procesos de todas las industrias. El autor describe cómo varias empresas ¿entre ellas Michelin, CSAA, Tetra Pak, Shell, Clorox y Schneider National¿ han usado MMPE exitosamente de diversas maneras y en diferentes etapas para evaluar el avance de sus iniciativas de transformación basada en procesos.
