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Laurie Bassi, Daniel McMurrer
Pese a que la mayoría de las mediciones de desempeño de RH no predicen el desempeño organizacional, otras alternativas simplemente no han existido, hasta ahora. Durante los últimos diez años, los autores han trabajado en el desarrollo de un sistema que permita que los ejecutivos evalúen su gestión de capital humano (HCM, por sus siglas en inglés) y usen esas mediciones tanto para predecir el desempeño organizacional como para guiar las inversiones de la organización en las personas. Este marco está basado en un conjunto de impulsores de HCM, los que se pueden dividir en cinco categorías: prácticas de liderazgo, compromiso de los empleados, accesibilidad del conocimiento, optimización de la fuerza de trabajo y capacidad de aprendizaje organizacional. A través de encuestas diseñadas para otorgar puntajes a empresas dentro del rango de las prácticas de HCM, es posible medir las capacidades de HCM de una organización, identificar las fortalezas y debilidades de la HCM y relacionar los avances o retrocesos en prácticas específicas de HCM con mejoras o deficiencias en el desempeño organizacional. El proceso requiere que se determine un índice de ¿madurez¿ para cada práctica, basada en una escala de 1 (baja) a 5 (alta). Con el tiempo, la evolución de los índices de madurez de las encuestas puede revelar el progreso en cada práctica y ayudar a la empresa a decidir dónde focalizar los esfuerzos de mejoramiento que tendrán un impacto en el desempeño. De su trabajo con American Standard, el distrito escolar de Beaufort County en Carolina del Sur y con once empresas financieras, los autores extraen ejemplos que muestran cómo el aumento de los índices de HCM impulsa aumentos en las ventas, los puntajes de exámenes académicos y los retornos de las acciones. Los autores exhortan a los departamentos de RH a que comiencen a utilizar las herramientas de medición de HCM para evaluar la gestión de personas en la organización. En este nuevo rol, RH puede asumir una responsabilidad estratégica y asegurar que una gestión superior del capital humano se convierta en una pieza central de la cultura de la organización.
